Demostración comercial. Anécdota colaborativa 11 por Diego Jiménez.
¿Quién es Diego?
Casi cincuenta años después de haber sido compañeros y amigos, gracias a las redes sociales me ha encontrado Diego Jiménez.
Después de saludarnos y charlar, he invitado a Diego a enviarme una de las muchas anécdotas que ha tenido en su dilatada carrera de comercial de éxito.
Diego, igual que yo es un veterano comercial nacido en 1950.
En aquel año, los líderes políticos del mundo eran: Eisenhower, Stalin, Franco, Khrushchev, Chales de Gaulle, Mao Zedong, Adenauer, Perón y Pío XII, entre otros.
Y triunfaban los artistas cinematográficos Hitchcock, Chaplin, Kubrick, Orson Welles, Ingrid Bergman, James Stewart, Audrey Hepburn, Grace Kelly, Ava Gardner y Paul Newman, entre otros muchos.
Cito todo lo indicado para que veais todo lo que ha llovido desde entonces.
Diego y yo fuimos compañeros en DAMEL, una gran empresa donde aprendimos mucho, éramos líderes del mercado con la mayor fuerza de ventas y publicidad del sector: 50 delegaciones y más de 500 vendedores en nómina repartidos por todo el país.
A continuación, podéis ver fotos de Diego Jiménez y de mi, con algunos comerciales de la delegación de Damel Sevilla 1973.
DAMEL fabricaba y comercializaba productos con grandes campañas publicitarias en televisión: Palotes, Cheiw, Pectol, Snipe, Tofees Damel. Eran algunas de sus marcas.
DEMOSTRACIÓN COMERCIAL por Diego Jiménez
En el año 1985, estaba de gerente en una empresa de caramelos y derivados de importación, con una amplia plantilla de vendedores autónomos, como todas las empresas comerciales del gremio.
Teníamos dos o tres productos estrella que se vendían con gran facilidad, con respecto al resto de productos, había que trabajarse a los clientes para convencerlos de que compraran, por ello ningún vendedor quería comprometerse a distribuirlos.
Ante esta grave complicación convoqué una reunión y decidí condicionar, por cada cierta cantidad de los productos estrella tenían que vender una parte proporcional del resto de la gama.
En ese momento, un vendedor me dijo que con traje y corbata detrás de una mesa en el despacho era muy fácil mandar. Ante tal provocación y la atenta mirada de los compañeros, no tuve más remedio que lanzar un reto: “mañana te acompañaré a la ruta donde no consigues vender estos productos y te demostraré que donde tu no vendes yo si podré hacerlo, si no lo consigo invitaré a todos a cervezas y si lo consigo invitas tú”.
El vendedor aceptó el reto. Esa misma tarde visité a los clientes de la ruta donde teníamos previsto hacer la demostración al día siguiente y les dije a los clientes: “Les voy a dar el dinero para que mañana cuando les visite con el vendedor compren los productos que yo les ofrezca, por la tarde pasaré a recoger el dinero y les dejaré el producto comprado de regalo”.
Así lo hicimos, al día siguiente el vendedor se quedó asombrado con la demostración y le contó lo ocurrido al resto de sus compañeros, desde ese día todos los vendedores se esforzaron en vender aquellos productos de baja rotación.
En vista de que gané la apuesta con truco, no dejé pagar las cervezas al vendedor retado.
La experiencia es un grado, a veces no hay más remedio que conseguir las cosas utilizando alguna estrategia.
